Cultura organizacional: qué es y 5 pasos para implementarla

cultura organizacional

¿Qué es la cultura organizacional? Es un concepto que hace referencia a una serie de valores, principios y formas de actuar en el seno de tu negocio. Son aquellas señas de identidad que determinan el tipo de personas que trabajan en ella y la forma de relacionarse, ya sea entre los empleados, con los clientes, con los proveedores o con el resto de la sociedad.

Cultura organizacional: qué es

Mucha gente la relaciona con un código de vestimenta más o menos estricto, con que haya gimnasio o zona de wellness en las instalaciones o que los horarios sean más o menos flexibles. Sin embargo, esas cosas son más una consecuencia de implementar la cultura, que esta en sí misma. En realidad, este concepto tiene mucho más que ver con los valores colectivos, las normas y las creencias de la empresa.

¿Para qué sirve la cultura organizacional?

Lo vamos a exponer con varios ejemplos y los analizaremos para ayudarte a comprenderlo en toda su amplitud.

En los últimos años, muchas empresas del sector tecnológico se caracterizan por culturas organizacionales que potencian la individualidad, la diversión, la creatividad. Google, Facebook o Amazon son algunas de ellas. De sus principios y valores se derivan una serie de cuestiones prácticas relevantes para los trabajadores y para la imagen que se proyecta a la sociedad. Es decir, son compañías con espacios lúdicos en sus instalaciones, que incluyen la gamificación entre sus prácticas habituales, con horarios flexibles, programas de conciliación, largas vacaciones, incentivos económicos y ventajas laborales para premiar la creatividad, etc. Además, se entiende que estos profesionales son personas extrovertidas, espontáneas, dinámicas, sin miedo a los cambios y a las que les gusta la innovación, los retos y la generación de nuevas ideas.

Por el contrario, otros negocios, como bufetes de abogados o entidades financieras, entre otros, están más orientados a la experiencia, el conocimiento, la productividad, la eficacia, la credibilidad, la predictibilidad y, de manera destacada, el presentismo. Esto se traduce en instalaciones, una vestimenta y unas políticas de recursos humanos mucho más convencionales que en el caso de las tecnológicas. JP Morgan, por citar una de las empresas del ámbito financiero, tiene su sede central en Manhattan y los trabajadores que acuden a sus oficinas lo hacen vestidos con traje y corbata. También se caracterizan por largas jornadas y trabajo los fines de semana.

Otros casos son las entidades de carácter social, que desarrollan su actividad con colectivos vulnerables. Su filosofía está orientada a valores como la empatía, la sensibilidad o la solidaridad. Esto convierte a sus profesionales portadores de estos valores, por lo que suelen ser personas cercanas en el trato, solícitas y proactivas, que buscan aportar soluciones a los problemas que presentan los usuarios desde una perspectiva de apoyo y ayuda desinteresada. Sin ir más lejos, los empleados de Greenpeace no dudan en arriesgar su propia integridad física para evitar un desastre ecológico.

¿Cómo implementarla? 5 acciones para una cultura organizacional sostenible

Conseguir unas estrategias de cultura organizacional sostenible requiere tener en cuenta una serie de aspectos. De esta manera, conseguirás trabajadores más productivos, comprometidos y felices.

1. Diagnosticar la filosofía empresarial actual

Antes de implementar una nueva, hay que conocer si ya existe una. Para ello, hay que analizar los valores y la misión de la empresa y cómo se representan interna y externamente. ¿Hay métodos y vías de comunicación o no existen? ¿Hay costumbres arraigadas, hábitos o celebraciones? ¿Qué dinámicas de equipo hay?

2. Plantear qué se quiere conseguir

Se debe acometer un trabajo colaborativo que parta de la dirección y que incluya al resto de los integrantes de la organización. Con él debes plantear hacia qué destino quieres llevarla. ¿Qué valores, principios y características quieres que definan a tu empresa?

3. Busca la participación de todos

Cuando ya tengas clara la meta hacia la que te quieres dirigir, debes implicar a cada uno de los sectores de tu organigrama. Necesitarás la participación de los directivos, así como la de los responsables de equipo y sus trabajadores.

4. Establece sistemas de apoyo y capacitación

Apoya a tus empleados para implementar una filosofía empresarial positiva. Fomenta las relaciones sociales, muestra empatía, ayúdales en el proceso en la medida de lo posible y anima a que expresen sus dudas e inquietudes. Este paso requiere inteligencia emocional, liderazgo y vocación de servicio, tanto por parte del máximo responsable de la compañía como de los directivos y gerentes.

5. Da a conocer y fomenta el cumplimiento de la cultura empresarial

Asegúrate de que todos los integrantes de tu negocio asimilan los principios y valores. Establece una serie de hábitos y canales de comunicación para que esta arraigue en ellos.

Siguiendo estos pasos, puedes poner en marcha una cultura organizacional que sea efectiva para tu entidad y que muy pronto dé unos buenos resultados.

~~~~

~~~~

~~~~

Otros artículos relacionados:


Upskilling y reskilling: el futuro de las organizaciones

Las empresas que quieran seguir siendo relevantes en el futuro, deberán centrar sus esfuerzos en mantener una buena estrategia formativa, centrada en la integración del upskilling y el reskilling en sus filas. Pero, a todo esto… ¿Qué es el upskilling y reskilling?, y ¿Por qué están destinados a determinar el futuro de las organizaciones? ¡Te contamos!

Objetivos SMART ¿Qué son?, ¿Cómo funcionan?

La actualidad profesional cuenta con muchos términos nuevos que, poco pensábamos que acabaríamos integrando en nuestra vida laboral. Y, aunque mucha terminología inglesa se haya colado en los despachos, dando un cariz más cool al mundo de las empresas. En esta ocasión, hablamos de un concepto revolucionario: los objetivos SMART

Las 5 fuerzas de Porter

En muchas ocasiones nos centramos en poner el foco en las grandes rivalidades del deporte: Barcelona vs. Madrid, Federer vs. Nadal… Lo que no tomamos tan en cuenta es que muchas de las grandes rivalidades que encontramos hoy en día, no se encuentran en una cancha. Hablamos de la rivalidad empresarial.